El Ayuntamiento de Barcelona ha ordenado el precinto temporal del restaurante Jacqueline, situado en la calle Enric Granados, debido a la apertura de dos expedientes. El local permanecerá cerrado hasta que facilite la documentación necesaria para resolver estos expedientes, lo cual impedirá su reapertura hasta ese momento.
El cierre del establecimiento se efectuó este jueves, y la medida podría extenderse hasta tres semanas, dependiendo de cuánto tiempo tarden los propietarios en completar los trámites de licencias exigidos por la autoridad del distrito del Eixample.
El restaurante debe responder a un expediente por molestias de ruido, ya que se realizó una sonometría con un resultado desfavorable, mostrando que el nivel de ruido registrado estaba entre 5 y 10 decibelios por encima del límite permitido. Además, tiene otro procedimiento abierto debido a la falta de presentación del control inicial de la actividad.
El Ayuntamiento señala que este precinto forma parte de una amplia inspección realizada en diferentes locales de la calle Enric Granados, en la cual se han detectado hasta 68 infracciones.
Por su parte, los propietarios del restaurante Jacqueline aseguran que el problema del ruido ya ha sido solucionado y prevén resolver el segundo expediente la próxima semana.
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